LUCIA DAMMERT EN «PUNTO DE ENCUENTRO» TRAS DEBATE PRESIDENCIAL: SE FORTALECE BORIC, SE DEBILITA SICHEL

La socióloga Lucía Dammert estuvo en Punto de Encuentro, donde analizó el debate presidencial que enfrentó a cinco de los siete aspirantes a La Moneda en las elecciones de noviembre próximo. En la conversación la doctora en Ciencia Política y directora de Espacio Público destacó el difícil escenario que enfrenta el candidato de Chile Podemos Más, Sebastián Sichel, ante la arremetida y solidez que mostró el abanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast.

El debate marcó en total 16,1 puntos de rating, lo que parece mostrar que el chileno sí está interesado en la coyuntura política…

Lo primero es que hay un porcentaje muy amplio de la ciudadanía que todavía no tiene candidato elegido y, por ende, se esperaba que hubiera algo de interés, pero ya sabemos que el interés en estos temas políticos también es bien fluctuante. Yo me alegro que mucha gente lo haya visto. En ese sentido fue un debate interesante, porque da pie al inicio de una campaña que va a ser bastante particular. Tenemos en ambos lados dos candidatos que son del mismo eje ideológico, pero dentro de ese eje hay una variación importante. Yo creo que se notaron las diferencias. En el mundo de la derecha, por ejemplo, entre Sichel y Kast la diferencia fue bastante evidente en temas como el aborto, decisiones como el rol del Estado y varias otras cosas que creo que tienen que haberle sonado al electorado de derecha. Lo mismo con el electorado de izquierda. Las diferencias entre Yasna Provoste, Gabriel Boric y, por supuesto, Artes, son bastante evidentes.

En Twitter fuiste bastante dura con Sebastián Sichel. Lo dejaste como el gran perdedor. Ubicaste como ganador a Boric, luego a Kast, luego a Yasna Provoste, Eduardo Artes y último a Sichel…

Sí. Bueno, Twitter no da mucho para explicarlo, pero creo que hay varias cosas importantes. Sichel tenía un desafío mucho mayor que otros, que era el de demostrar que tenía una vocación de centro-derecha, un reconocimiento temático que tenía una vinculación con el discurso del cambio de Chile y, además, que tiene características similares o competitivas con Boric. Y creo que no logró eso. Gabriel Boric llegaba primero, y tenía tratar de no cometer errores y demostrar que podía generar una imagen de Gobierno País y eso lo hizo.

Se le vio tranquilo y cómodo en el debate a Boric…

Claro, e incluso tuvo preguntas difíciles, como sobre (Mauricio) Hernández Norambuena. Sin embargo, logró sacar respuestas interesantes. Y una cosa que demuestra los cambios en la política: que no dudó en decir que se había equivocado en algunas declaraciones y que retrocedía y lo pensaba de vuelta.

Como cuando José Antonio Kast le enrostró el uso de la polera que usó con la imagen de Jaime Guzmán asesinado…

Así es. Por eso te decía que la de él fue una buena performance porque, en el fondo, pueden quedar dudas del programa, sin duda. Pueden quedar algunas interrogantes, pero él llegó primero y no defraudó. En cambio, Yasna Provoste y Sichel, que tenían una tarea específica que hacer, no lo lograron. Y el que ganó mucho más fue Kast.

¿A Yasna Provoste y Sebastián Sichel les jugó en contra la expectativa con la que el público quería verlos?

Creo que es distinto. En el caso de Sichel a mí me parece poco entendible la estrategia de campaña. Esta estrategia de decir que la política es mala, que él no es político, que no hay que politizar los temas que son políticos. Yo no sé si lo creerá, pero un hombre que está en política hace 30 años es raro que haga de ese tema el principal. Lo repitió mucho y no necesariamente parecía muy contento con la tranquilidad de Kast en algunas áreas. Kast lo llevó a que dejar en claro que él estaba a favor de una opción del aborto, cosa que para su coalición de derecha es un tema difícil. Entonces no fue necesariamente claro. Si yo me pregunto cuál es la estrategia de Sichel no necesariamente quedó clara y ahí es donde tiene que afinar la puntería de cara a los próximos debates.

¿Se le notó demasiado pauteado?

Claro. Es que no hay nada peor que parecer como entrenado. Más hoy en día en que la ciudadanía está pidiendo una política que no parezca falsa, sino que sea genuina. Y a mí me sorprende, porque Sebastián Sichel es un buen orador, es un buen entrevistado. En general, es una persona que tiene buenas entrevistas. Y en el debate estaba nervioso o la estrategia no le salió no más. La estrategia tal vez estaba errada. Y eso repercute más negativamente porque Kast es una persona que lo llega a hacer muy bien.

¿Es posible que José Antonio Kast diera una sorpresa en las encuestas o en la primera vuelta?

Si Kast llega a tener un 15 por ciento ya sería una sorpresa. Lo que pasa es que ahí hay que pensar si el votante de derecha va a ir a votar como un repudio o va a ir a votar más estratégicamente. Hay una cosa que es clara: Kast no le va a ganar a Gabriel Boric o a Yasna Provoste en segunda vuelta. En ningún caso. Entonces, si él crece mucho va a crecer a expensa del voto de Sichel, con lo cual la derecha va a quedarse fuera de la segunda vuelta. Y si él crece mucho, mucho, mucho y pasa a la segunda vuelta es evidente que va a perder. Porque para el votante promedio de la centro-derecha no es una decisión fácil.

¿Cuesta imaginar a un votante duro, de base de la UDI, por ejemplo, votando por un candidato ex demócratacristiano?

Claro. Él tiene que demostrar que es el candidato de la derecha. Y llamarse liberal con todas sus letras requiere algunas redefiniciones. Pero tampoco hay que olvidarse que acá también tenemos una campaña del Congreso, de senadores y diputados y el mundo UDI, Evópoli y RN tiene también candidatos bien fuertes; y esos candidatos también pueden apuntalar de alguna forma la campaña presidencial.

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